Se Permisivo: Entender que el malestar que sentimos es normal y no debes asustarte ya que forma parte del duelo, ya es un gran comienzo. Has de saber que van a aflorar todo tipo de emociones: rabia, irritabilidad, tensión… y puedes pasar de unas a otras en breve estado de tiempo, y además en distinto grado de intensidad. Todo esto será normal, es más, lo indicado es que te lo permitas y las aceptes, además esto pasara.
Nos espera una travesía por el desierto llena de altibajos emocionales, con momentos de desesperanza, enfado, rabia, frustración, pero al final se reestablece el equilibrio y lograremos estar bien.
Conecta con el mundo: Otro importante consejo es que, aunque sientas la necesidad de aislarte (que puede estar bien a veces), hay que hacer el esfuerzo por conectar socialmente. Si no queremos hablar de nuestras emociones, al menos hablar de otros temas menos íntimos y profundos.
Expresa emociones: Expresar lo que uno siente a un amigo, familiar o psicólogo, permite comprender y sobrellevar mejor esas sensaciones que aparecen durante el duelo. Es como si te acompañases a ti mismo. Permítete una válvula de escape para desahogarte.
Acepta: Acepta esta situación y sus consecuencias a todos los niveles, en vez de resistirte o negar lo sucedido; esta actitud te ayudará que la recuperación emocional sea más rápida.
La aceptación de nuestras limitaciones en estos momentos permite tener mayor sensación de control, al dejar de mirar todo lo que no controlamos.
Establece prioridades y pon limites: Hay muchas cosas que importan en estos momentos, y muchas cosas que yo puedo controlar. Intentar encontrar el conjunto de cosas que importan y que además puedo controlar, ayuda a mantener cierta sensación de control. No puedes hacer ahora todo como lo hacías antes, así que prioriza.
Además, van a surgir nuevas cosas con las que no contabas: papeleo, administración, bancos….
Haz rituales: Los pequeños gestos, símbolos o ceremonias simples (poner una vela al lado de una fotografía o un objeto, hacer meditación o rezar enfrente de un símbolo religioso o social, cantar o escuchar música) son rituales que pueden ayudar a comenzar a elaborar las experiencias de pérdida.
Atiende tus Biorritmos: Mantener los ritmos y horarios de sueño y el orden en las comidas. Tener orden y estructura va ayudarte a estar algo más centrado en la situación caótica. Aunque no tengas hambre has el esfuerzo por comer.
Ejercicio moderado: Las rutinas de ejercicio moderado, permiten reducir la fatiga, la falta de energía y la angustia. Así que haz todos los días algo de ejercicio atendiendo a tus medidas.
Reconecta con la vida y date permiso: poco a poco ve haciendo actividades habituales en tu día a día: ir al colegio a por los niños, algún encuentro con amigos, alguna celebración…. poco a poco has de ir incorporándote porque a pesar de todo.